Uno de los mayores atractivos de Oviñana se esconde en sus entrañas, pasando desapercibido para la gran mayoría de la gente que visita este lugar. Justo debajo del faro se encuentra una de las mayores y más espectaculares cuevas marinas de la costa asturiana, la Iglesiona, que abre una de sus tres bocas, la de mayor tamaño, hacia el norte, por lo que solo es visible desde la mar. Para acceder a la cueva desde tierra hay que descender por el acantilado de la cara oeste siguiendo un camino estrecho y empinado que al final tiene un desplome de un par de metros.
Para visitar esta cueva hay que hacerlo con mucha precaución, en el mismo pueblo de OVIÑANA hay un guía de excepción, Alfonso, de Cai Milio, un enamorado de la zona y gran conocedor de este increíble lugar, siempre es mejor preguntarle a él si hay prevista alguna excursión o posibilidades y consejos para acceder a la cueva.